martes, 24 de noviembre de 2020

El futuro (¿presente?) según George Orwell


Reseña escrita por Andoni Hernández (Batx. 2-B) 


1984, DEBOLSILLO, 2013
1984 es una novela política de ficción distópica escrita por el escritor y periodista británico Eric Arthur Blair, mejor conocido por el pseudónimo de George Orwell. Nacido en 1903 en el Raj británico (gobierno colonial británico de la India), este escritor poseyó una de las voces más lúcidas y abundantes en matices del pasado siglo XX: fue estudiante en Eton, policía imperial en la Birmania británica, lavaplatos en París, miliciano del POUM durante la Guerra Civil española, corresponsal de la BBC, editor literario y columnista. El género literario que más cultivó fue la novela distópica, pero, además de ello, son múltiples los ensayos y las crónicas que forman el conjunto de su obra. Entre sus escritos, caben destacar los libros Rebelión en la granja (Animal Farm, 1945) y 1984 (1949).

El mundo futurista de 1984 está dividido en tres superpotencias que coexisten en un permanente estado de guerra: Oceanía, Eurasia y Asia Oriental. El relato se desarrolla en una de las franjas (la Franja Aérea 1) perteneciente al antes mencionado estado colectivista: Oceanía.

Oceanía está conformada por las regiones angloparlantes y regida por el Partido, un grupo oligarca que mantiene a los ciudadanos bajo vigilancia constante, arrestando y haciendo desaparecer a aquellos que demuestren alguna inconformidad. Este a su vez se divide en el Partido Interior, el cual gobierna y está conformado por el 2% de la población, y el Partido Exterior, conformado por el 13% de la población y encargado de ejecutar las órdenes. El 85% que conforma el resto de la población corresponde al proletariado, quienes son ignorados porque el Partido considera que no tienen la capacidad intelectual necesaria para organizar una rebelión. La figura del Gran Hermano se encuentra a la cabeza del Partido, cuya cara es visible en carteles y monedas. Todos los ciudadanos están obligados a amar y ofrecer su lealtad incondicional al Gran Hermano.


El protagonista de la novela es Winston Smith, un miembro del Partido Exterior que trabaja en el Ministerio de la Verdad, reescribiendo artículos para que cumplan con la ideología y la imagen que difunde el Partido. Trastornado por su trabajo, Smith escribe un diario dirigido a O’ Brien, uno de los miembros del Partido Interior, debido a que Winston sospecha que O’Brien pertenece a una organización secreta de rebeldes conocida como la Hermandad. Esa será la causa por la que Winston se adentrará en las entrañas de la sociedad “perfecta” en la que vive y descubrirá los engranajes de manipulación que la forman. 


La sociedad presente en 1984 es una sociedad de carácter totalitario en la que el paradigma familiar tradicional ha sido subvertido poniendo a los hijos en contra de sus padres, el constante revisionismo histórico y científico imposibilitan el conocimiento factual, la autarquía del régimen empobrece a sus ciudadanos mientras los datos son adulterados para transmitir una falsa sensación de bienestar y las telepantallas vigilan día y noche a las personas en busca del más mínimo indicio de rebeldía. Por si eso fuera poco, el lenguaje ha sido destruido y reemplazado por una sombra estéril de sí mismo llamada neolengua, de esta forma, el lenguaje queda sujeto a la voluntad del Partido.

En mi opinión, nos encontramos frente a un clásico indiscutible de la literatura contemporánea del siglo XX y la obra distópica por antonomasia. Su enorme repercusión se debe a la multitud de temas tratados, tales como la reescritura del pasado, la corrección política, la sumisión del individuo al estado o la propaganda totalitaria, que aún a día de hoy son trascendentes y tienen cabida en el panorama político actual. 

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