EL CANTAR DE ROLDÁN
El
Cantar de Roldán o
La Canción de
Rolando ( en
francés, La Chanson
de Roland ) es una
narración épica considerada como el cantar de gesta más antiguo de
la literatura francesa y, quizás, el cantar de gesta más antiguo
escrito en lengua romance. El poema épico forma parte de un texto
conocido como el
manuscrito de Oxford,
un escrito anglo-normando de finales del siglo XII (alrededor del año
1170) que fue descubierto en el año 1835. No obstante, esta versión
podría tratarse de una simple copia del poema original que registró
por escrito una leyenda proveniente de la tradición oral. Los
expertos sostienen que las primeras versiones escritas datarían de
mediados del siglo XI, ya que el historiador Guillermo de Malmesbury
(1080-1143) recogió en una de sus crónicas un testimonio de la
batalla de Hastings (1066) en el que se narraba cómo las tropas
normandas cantaban este poema durante la lucha.
En este poema épico se narra
la batalla de Roncesvalles, una contienda de pequeña magnitud o
escaramuza sufrida por las tropas carolingias comandadas por el conde
y protagonista de la obra Roldán, sobrino del rey Carlomagno
(747-814) y prefecto de la Marca de Bretaña. La situación del bando
carolingio antes del suceso bélico era la siguiente: en
el año 778, Carlomagno
y su ejército se encontraban al suroeste de los Pirineos tras haber
tomado la ciudad de Pamplona y sitiado Zaragoza y este hecho fue
aprovechado por los sajones quienes atacaron los territorios del
franco. Tras esto, los carolingios emprendieron el regreso a su
tierra, pero fue en el paso por el desfiladero de Valcarlos donde los
montañeses vascones, en venganza por el saqueo de la ciudad de
Pamplona, atacaron a las tropas del franco por la retaguardia y
acabaron con la vida del general Roldán.
Es
de suma importancia saber que al haber sido escrito el poema tres
siglos después de los hechos, la historia fue adornada con elementos
propios de la épica y heroica. El poema se divide en dos partes: por
un lado, la traición y, por otro lado, la batalla de Roncesvalles.
En la primera parte, se narra la maquinación del entonces rey moro
de Zaragoza, Marsil, contra Carlomagno y sus tropas. Para
tranquilidad de Marsil le ofrece a Carlomagno riquezas y tesoros para
que regrese a Francia y le promete seguirlo para hacerse cristiano.
Roldán, sobrino de Carlomagno, rechaza la propuesta, pero Ganelón
(padrastro de Roldán) expone que hay que aceptar la proposición del
musulmán. Entonces, decide mandar un embajador hasta Zaragoza. Para
ello, Roldán propone a Ganelón y Carlomagno acepta.
La
osadía de Roldán y el peligro de la misión enfurecen a Ganelón,
quien decide planear una trampa junto a Blancandrin (consejero del
mahometano) y Marsil para matar a Roldán. De esta manera, Marsil
envía con el embajador valiosos regalos a Carlomagno y rehenes para
garantizar su lealtad. Con Carlomagno complacido, el emperador
volvería a Francia, dejando a Roldán, Olivier (gran amigo de
Roldán) y a los Doce pares (también llamados Paladines, era una
sección legendaria del ejército carolingio que estaba compuesta por
doce jóvenes familiares de los soldados más experimentados) en la
retaguardia, blanco fácil de los moros. Esa misma noche, Carlomagno
tiene dos sueños que pronostican el desastre del viaje de retorno.
En
la segunda parte, Marsil reúne en Zaragoza un ejército de
cuatrocientos mil hombres para luchar contra Roldán y los franceses,
que los esperan atacar en Roncesvalles. Olivier escucha el estruendo
y observa cómo los sarracenos (en vez de vascones) se acercan,
dándose cuenta de que Ganelón los traicionó. En ese momento, le
pide a Roldán que suene el olifante, para que Carlomagno escuche y
acuda a ayudarlos. Roldán se niega porque considera que sería una
cobardía y prepara a los suyos para la batalla. La primera parte del
ataque acaba con la vida de bastantes sarracenos y muchos guerreros
franceses. Viendo este el desarrollo de la contienda, decide tocar el
olifante y le comenta a Olivier que lo hace para que Carlomagno pueda
admirar el heroísmo de su ejército. En Francia, Carlomagno escucha
el sonido del olifante y retrocede hacia Roncesvalles tras apresar a
Ganelón, que tiene que esperar ser juzgado. En ese instante, Roldán
lucha contra Marsil, cortándole la mano y matando a su hijo; Olivier
es herido mortalmente y muere en los brazos de Roldán. Roldán, ya
solo y consciente de que va a morir, intenta romper su espada contra
una piedra, pero la fuerza del impacto rompe la piedra en vez del
arma y solo consigue esconderla. Tras haberse confesado y con el
rostro mirando hacia España, ofrece su guante a Dios y muere. Cuando
Carlomagno llega a Roncesvalles y ve todo lo sucedido, emprende una
persecución del resto del ejército de Marsil, tras solicitar al
cielo que alargue la noche para alcanzar a los sarracenos que huyen
hacia Zaragoza.
Sin
lugar a dudas, el Cantar
de Roldán se trata
de una de las obras literarias más trascendentes de la historia de
la literatura medieval francesa y europea. Roldán, símbolo del
orgullo exacerbado y la temeridad, es el prototipo de héroe y
representa el ideal de caballero francés de la época, aquel que
sigue guardando fidelidad a su rey, a su patria y a su religión
hasta los últimos momentos de su vida. La función del poema es
clara: exaltar las
virtudes del héroe nacional y exponer estas como modelo de conducta.
Además de eso, su influencia en la literatura medieval europea es
evidente, puesto que fue la fuente de inspiración de los posteriores
cantares de gesta como el Charroi
de Nîmes o el
mayormente conocido Cantar
del mio Cid.